lunes, 28 de abril de 2014

Del armario a la alfombra: La homofobia y el miedo.


“Lo que no debes hacer es airear tu condición, porque ya se sabe cómo está el mundo”.


Esta frase que muchos (afortunadamente, no todos) homosexuales hemos escuchado me hunden. No me hunden por el significado en sí (que también), sino por el de quién provienen dichas palabras: Familiares y allegados, todos unidos y dispuestos a contribuir a lo que voy a bautizar como entierro postarmario.

Tras la salida triunfal del armario en la que dichos familiares se muestran entusiasmados y estupendos con la idea y esos “yo lo veo normal y correcto” que huelen a chamusquina si se repiten demasiado, llega el entierro postarmario. El momento en el que, poco a poco y sin apenas darte cuenta, te van guardando bajo la alfombra de la que sólo puedes salir en ocasiones especiales con tu AMIGA especial.

Una de las frases que más he escuchado y parecen repetirse con mayor asiduidad es la de “A mí me parece muy bien lo de tu amiga, pero no deberías ir por ahí aireándolo”.